ECUADOR RATIFICA LA DECLARACIÓN DE NNUU SOBRE LOS DERECHOS DE LOS Y LAS CAMPESINAS

ECUADOR RATIFICA LA DECLARACIÓN DE NNUU SOBRE LOS DERECHOS DE LOS Y LAS CAMPESINAS

Autoras: Stephanie Andrade Vinueza – Coalición Nacional por la Tierra Ecuador (CNT Ecuador); Gabriela Vanegas Carrera – Observatorio del Cambio Rural (OCARU)

El 18 de diciembre de 2018 tiene lugar La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales (UNDROP). En esta declaratoria se reconocen a las familias campesinas y las personas que trabajan en el campo como sujetos políticos y de derechos.

Ecuador fue uno de los países latinoamericanos que impulsó la UNDROP en 2018, y este 18 de abril de 2023, con 102 votos a favor, la Asamblea Nacional volvió a ratificar a nuestro país como signatario de esta declaración. Sin embargo, la ratificación sólo pudo concretarse porque fueron las organizaciones de la Cloc Vía Campesina Ecuador, y en especial la Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro, las que tomaron la iniciativa.  

En la Asamblea Nacional se congregaron movimientos indígenas, campesinos/as y actorías sociales para explicar a los y las asambleístas la importancia de estos derechos, y así lo mencionó Pacha Terán , representante del Comité Nacional de Agricultura Familiar Campesina y Comunitaria y de la Red de Guardianes de Semillas, quien recordó en el pleno de la Asamblea que incorporar en el marco jurídico nacional la declaratoria de los derechos campesinos es un acto básico de justicia, ya que el único sector que vive sin sueldo en el Ecuador, es el sector campesino.

Colectivos y sociedad civil tras la ratificación de los Derechos Campesinos en la Asamblea Nacional / Foto: Luis Manosalvas

También es importante aclarar que la Declaratoria define a los derechos campesinos como obligaciones de los Estados. Uno de los puntos centrales de la declaratoria es la no discriminación hacia las mujeres, y aclara que ellas tienen derecho a “disfrutar plenamente, en pie de igualdad con los hombres, de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales y obrar por el desarrollo económico, social, político y cultural del ámbito rural, participar en el y aprovecharlo con total libertad”

En el contexto ecuatoriano, las mujeres realizan un mayor trabajo no remunerado. Y en las zonas rurales la cifra se sitúa en 34 horas de trabajo no remunerado. Por ende, la ratificación de los derechos campesinos es una herramienta que trae nuevamente a la mesa de discusión las inequidades que afectan a las mujeres, especialmente a aquellas que viven en el campo.

En estos tiempos de profunda crisis económica y política, los Derechos Campesinos reconocen la importancia de seguir insistiendo en fortalecer los lazos entre el campo y la ciudad.

Romelio Gualán, parte de la CLOC Vía Campesina y dirigente de la Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro, reconoce que los Derechos Campesinos impulsan el acceso al trabajo en el campo;

… “en la agricultura campesina las jornadas laborales se extienden mucho más de lo estipulado y, sin embargo, el trabajo campesino no es reconocido por el Estado”.

Otros Derechos Campesinos son el derecho al agua, el derecho a la tierra, el derecho a la pesca artesanal, el derecho a los saberes ancestrales, el derecho a los intercambios de experiencias y de los valores culturales. Para Romelio Gualán,

… “todos estos derechos nos corresponden, son legítimos, y su ratificación nos permite seguir resistiendo para potenciar la lucha campesina y la soberanía alimentaria”.

En medio de las adversidades que el agronegocio genera y la pérdida del potencial biológico y genético de las semillas, es urgente el fomento de políticas públicas que salvaguarden la agrobiodiversidad de los territorios y es allí, en ese escenario, que los Derechos Campesinos juegan un rol importante para las organizaciones indígenas y campesinas del Ecuador.

En conclusión, la ratificación de La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales por parte de la Asamblea Nacional en Ecuador es un paso importante para defender a quienes nos alimentan. Y así centrar el debate del Estado en la elaboración y reestructuración de la política agraria.